Asaf, Hemán y Jedetún

Asaf, Hemán y Jedetún
Rubén Parra
Coordinador de MCM de la Diócesis de Torreón

Puntos a tratar:
1.      Alabanza
2.      Introducción
3.      Desde la palabra de Dios
4.       ASAF
5.       HEMÁN
6.       JEDETÚN
7.       Conclusión
8.      Meditación
9.      Oración final

 1.      Alabanza:
Con cantos y música
2.      Introducción: 

En distintos pasajes bíblicos encontramos la figura de estos tres grandes Músicos de Dios aún hasta en los Salmos ya que varios de estos fueron compuestos por ellos, los cuales reunían características importantes para el servicio en el culto a Dios. 
Creo que hoy en día necesitamos aprender de estos tres grandes músicos para desarrollar más nuestro servicio como verdaderos Músicos de Dios en la RCCES 

3.       Desde la palabra de Dios 

De inicio podemos observar en las escrituras que todos los involucrados en el servicio de la alabanza y adoración a Dios eran diestros para la música y el canto pero sobre todos entrenados y equipados para el servicio en el culto a Dios llegando hasta profetizar. 

“David estableció a los levitas que habían de hacer el servicio delante del arca de Yahvé, celebrando, glorificando y alabando a Yahvé, el Dios de Israel.  1 Cro 16,4”  

¿Quiénes eran los levitas?

Ø  Haciendo una pequeña remembranza acerca de quiénes eran los levitas,
Ø  Estos eran una tribu que fueron designados para estar al servicio en el templo,
Ø  Cuidaban los utensilios sagrados, los tesoros de la Casa de Dios,
Ø  Ellos se encargaban aparte de servir en el momento del culto, estaban encargados en dar mantenimiento a todo lo referente de la Casa de Dios,
Ø  Entre ellos había sacerdotes, cantores y cantoras por supuesto y porteros, (Núm. 1,50 y sig.)

Aquí encontramos un pasaje bíblico en el que podemos ver claramente cuál es la función de un ministerio de música al momento de estar sirviendo.

El mismo Señor ha destinado para los Músicos de Dios solo una recompensa y esa recompensa es el mismo Señor, él mismo dijo “los levitas son para mí”

Ø  Solo tenemos un motivo de servir y nuestra recompensa es la mejor y la mayor, nuestra recompensa es la presencia perpetua de Dios en nuestras vidas.

1Cronicas 25:1

<<…ASIMISMO David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio á los hijos de Asaf, y de Hemán, y de Jeduthún, los cuales profetizasen con arpas, salterios, y címbalos: y el número de ellos fue, de hombres idóneos para la obra de su ministerio respectivo…>>

Todos se encontraban sometidos a una autoridad en obediencia. 

1Cronicas 25:6
<<…Y todos estos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Yahvé, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios, por disposición del rey acerca de Asaf, de Jeduthún, y de Hemán…>> 

Vamos a ver un poco de estos tres grandes Músicos de Dios: 

3.       ASAF

¿Quién era Asaf?

Descendiente de Levi, hijo de Barachias; un músico eminente, a quien David estableció como Músico de Dios en el canto en el servicio del tabernáculo.

Su nombre significa “traer unidad” para cualquier propósito. Encontramos que el propósito de Asaf era traer unidad al pueblo de Dios para Adorar de una manera unánime. Es decir crear salmos  y canticos inspirados por el Espíritu de Dios para que todo el pueblo cantara y adorara de manera unánime para enfocarlos solamente en la adoración a Dios. Asaf fue compositor de 12 Salmos. (50, 73 al 83)

Así como en Pentecostés necesitamos buscar la unidad del pueblo de Dios.

Hechos 2:1

<<…Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes unidos en oración>> 

Esta promesa fue cumplida. La gloria de Dios descendió sobre cada uno de ellos trayendo consigo el dinamismo poderoso de su Espíritu y el nacimiento de nuestra Iglesia Católica.

Hechos 2:4

<<…Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen…>> 

En la asamblea de oración, lo primero que debe alcanzarse en el servicio de la música y el canto  es la unanimidad en el canto, es decir, traer  unidad al cuerpo de Cristo en la alabanza y adoración. Esto puede llevarse a cabo utilizando una secuencia de acordes interpretada por los músicos inspirados por el Espíritu Santo, discerniendo el fluir y ejecutando la intensidad y ritmo apropiado.

Con este ejercicio continuo de oración, veremos la atmosfera de la gloria de Dios que desciende en medio de la alabanza del pueblo de Dios, una misma fe, un mismo sentir, un mismo pensar y un mismo espíritu;  alabando y exaltando al Reyes de reyes y provocando a aquel que es la Plenitud de todo, se manifieste con el resplandor de su gloria.

David es un tipo de apóstol del antiguo testamento. Observa la cercanía que Asaf tenía con respecto a David. Para estar en ese nivel de confianza se necesita consagración, fidelidad y lealtad, pero sobre todo madurez. Los Músicos de Dios debemos ser maduros y sujetos a la coordinación de nuestros líderes. De otra manera habría una di-visión, es decir dos visiones, dos direcciones, dos corrientes,  lo cual no es bueno ante  los ojos de Dios. 

3.       HEMAN

1Cronicas 25:1

<<… ASIMISMO David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio á los hijos de Asaf, y de Hemán, y de Jeduthún, los cuales profetizasen con arpas, salterios, y címbalos: y el número de ellos fue, de hombres idóneos para la obra de su ministerio respectivo…>>

 ¿Quién era Hemán?

Célebre músico  quien fue líder del coro de David. Era levita, quien fue llamado “Vidente del rey en la palabra de Dios” (1 Cro 25:5).

Su nombre significa “Fiel”. De acuerdo a su función nos habla de un  evangelizador fiel de la palabra de Dios, un fiel siervo de Dios.  Encargado de los asuntos relacionados con Dios y su palabra. No solo profetizaba con los instrumentos sino que,  ponía  letra a los sonidos proféticos que emitía, era un verdadero compositor de alabanzas para Dios al igual que Asaf. (Salmo 88) 

1Cornicas 25:5

<<…Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente del rey en palabras de Dios, para ensalzar el poder suyo: y dio Dios á Hemán catorce hijos y tres hijas…. >>

De esta forma y en medio de esta fluir de Dios fueron concebidos los salmos que son poemas o cantos para ser acompañados con instrumentos musicales. 

Como bien decía San Pablo en Efesios 5:19, citando estos salmos compuestos por estos tres Músicos de Dios:

<<…Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones…>> 

En estas palabras San Pablo describe claramente  lo que debemos cantar y esto es la palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo a sus hijos. No se trata de cantar cualquier verso, sino melodizar la palabra que Dios pone en nuestros corazones. Esto dará un nuevo nivel a nuestra alabanza, pues el Rhema de Dios cantado y melodisado de manera unánime por su pueblo en adoración desatara la manifestación del fluir de su Espíritu, así como sus Funciones dentro del Cuerpo de Cristo. 

En la asamblea de oración, no quiere decir que cantes o melodices el salmo 119 o el Isaías 52 completamente, entonces ningún hermano en la asamblea  podría participar de lleno durante la asamblea de oración, sino que es un cántico espontáneo de un verso o dos ejecutado repetidamente y que  emana del Espíritu para adorar a Jesús todos en unidad de espíritu. 

4.       JEDUTHUN (Etan)

1Crónicas 25:1

<<… ASIMISMO David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio á los hijos de Asaf, y de Hemán, y de Jeduthún, los cuales profetizasen con arpas, salterios, y címbalos: y el número de ellos fue, de hombres idóneos para la obra de su ministerio respectivo…>>

¿Quién era Jeduthún?

Levita, a quien el rey David estableció al frente del coro de la Casa del Señor. El fue jefe de los Músicos. Su nombre significa “Alabanza, Celebración”. Jeduthún Compuso el Salmo 89

Como jefe de Músicos, Jeduthún servía en la presencia de Dios dirigiendo y a la vez tocando su instrumento asignado. Discernía e interpretaba el fluir de Dios a través de las cuerdas, arpas, címbalos, trompetas, salterios y arpas, para generar un ambiente de adoración en el servicio de la adoración a Dios. Cabe destacar que todo Músico de Dios involucrado en la alabanza a Dios primero que nada era:

·         Consagrado, pues como levitas, eran apartados para el servicio en el tabernáculo;
·         Leales pues conocían su responsabilidad y disciplina;
·         Diestros, es decir, habilidosos, equipados para desempeñar con excelencia el oficio y función para la cual habían sido consagrados.

2 Crónicas 35:15 <<…Asimismo los cantores hijos de Asaf estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de Jeduthún vidente del rey; también los porteros estaban á cada puerta; y no era menester que se apartasen de su ministerio, porque sus hermanos los Levitas aparejaban para ellos…>> 

Jeduthún era profeta a la orden del Rey David. Era un músico de Dios que servía en su presencia y por ello David daba la confianza para que sirviera a través del carisma profético que le fue dado por Dios. Además David como Músico de Dios, conocía el don de Jeduthún recordando que David tañía su arpa para Saúl y el espíritu malo se alejaba. 

En la asamblea de oración, todo Músico de Dios se forja en la comunión con Dios pues esto le permitirá discernir e interpretar las inspiraciones y deseos de Dios de manera apropiada saber y conocer lo que el Espíritu de Dios designa para cada servicio y momento en la adoración.

Debe estar equipado y capacitado para moverse en los dones del Espíritu Santo y la palabra de Dios, además mostrar lo frutos del mismo. También deberá  buscar constantemente la santidad.

Por esta razón espíritu, alma y cuerpo deben estar alineados por la palabra de Dios al Espíritu de Dios. Por otro lado, el sonido que es inspirado por Dios no es algo místico ni complicado, pueden ser secuencias de acordes sencillas, ejecutadas de manera repetida inspiradas por el Espíritu de Dios de tal forma que sean interpretadas con la intensidad, cadencia y ritmo que transmita la mente y corazón de Dios a través de la Música.

Recuerda, la música fue creada por Dios para su Adoración, se puede empezar con cualquier sonido y ritmo, pues Dios es diverso en sus expresiones, y cada expresión debe tener un fruto bueno para el Señor de esta manera podrás discernir si la música que expresas con tu instrumento es para edificación, exhortación y consuelo para el comunidad creyente.
5.       Conclusión:

Hemos descubierto tres elementos intrínsecos, esenciales en el servicio de la música y que deben estar presentes en cada momento de asamblea de oración o servicio del ministerio: 
a)      Unidad y Unanimidad de la comunidad en la Alabanza y Adoración a través del canto(Asaf)
b)      La palabra de parte de Dios para ser entonada (Hemán)
c)       La música que fluye por el poder del Espíritu para acompañar la palabra de Dios(Jeduthún)